Se trata de un mosaico de 180 x 75 cm con dos partes bien diferenciadas. A la derecha aparece el rótulo del establecimiento Entrecuadros, con su domicilio y especialidades; y a la izquierda se presenta una reproducción de un famoso arlequín de Pablo Picasso, que nos observa con su ropa a rombos, al igual que la cenefa del mural.
Sin duda una gran obra, que contrasta en un entorno colmado de iconos religiosos y que habla de la variedad de temáticas que afronta la azulejería. El horno es el de Alicia Guerrero y la firma JS, Juan Sierra, seguramente de finales de los 90 ó primeros de 2000.
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