La primera de ellas es una talla del artista local Rafael Ruiz Liébana,
cotitular de la pro-hermandad de Jesús de los Niños, imagen que se venera,
junto a una Virgen del Carmen y un San Andrés Apóstol, en una capilla callejera
de la calle Alcalareño del barrio de San Andrés. Coincidiendo
con la festividad de la Virgen del Mar,
el sábado 29 de agosto de 2009 tuvo lugar la inauguración de un retablo esmaltado sito en la parte
posterior de una hornacina callejera, que cobija a una pequeña Virgen del
Carmen en la cercana calle Calerito. El mosaico, obra del ceramista Pablo
Romero, tiene un tamaño de 45 x 90 cm, y se basa en una fotografía que sirvió
de cartel anunciador de la bendición de la Virgen años antes, demostrándose una
vez más la especialidad del pintor a la hora de plasmar fidedignamente los
modelos originales.
Miguel González, presidente de la pro-hermandad y alma mater del barrio, dirigió unas
palabras en aquel acto, dejando claro que el mosaico expandiría la devoción a
la Virgen en un entorno tan amplio. En la parte inferior del retablo figura el título
de la Virgen y el escudo de esta entrañable asociación, en unas elegantes
letras en tono negro que conjuntan con la forja de los faroles. Además hay que
resaltar como sobrecoge la peculiar mirada de esta bella Dolorosa de ojos
azules que aluden a su advocación marinera. Quizá el fondo rojo distorsione el
resultado final pero todo queda en un segundo plano, eclipsado por el recuerdo
de las anécdotas vividas con el añorado amigo Miguel el Cabeza y su gracejo durante el encargo del mural o su
buen talante al restar importancia al desplante del sacerdote que no acudió a
la bendición del mismo. Miguel González, genio y figura que también ha quedado
inmortalizado con una placa cerámica en la Rotonda del Carnaval, su otra pasión
inconfesable junto a la Semana Santa.
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