La "
machina" destructora del Bar la Machina,
Food and drinks, o sea, comida y bebidas, se ha cargado un mural cerámico publicitario del ceramista malagueño Francisco Lara Fournier. Una cuestión es ser cosmopolitas y otra bien distinta, es ser unos catetos con pretensiones, poniendo rótulos de plástico en ingles, con uso de colores oscuros en un barrio claro y luminoso como es Pedregalejo. Supongo que esto no estará penalizado desde el punto de vista legal, pero moralmente es una aberración y considero que habría que dar oportunidad al autor para que retire sus azulejos, que seguramente habrán acabado en el contenedor de escombros.
El mural no es que fuera una maravilla, pero tenía su encanto, existiendo modelos similares en un chiringuito de la Cala y en los Álamos.
A la Machina no voy ni regalado. a
foodear un espeto de sardinas y a
drinkear un tinto de verano. Aquí tienen la prueba documental.
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