Del
mismo autor es un cuadro vidriado sito en la puerta lateral del templo del
Corpus Christi en el barrio de Pedregalejo. En él se representa la Cena de
Jesús con los discípulos de Emaús, La obra
se basa en un lienzo de Caravaggio de primeros del setecientos, expuesto en la
National Gallery de Londres.
En esta
ocasión el prolífico alfar desarrolla un estudio psicológico de los tres
personajes que aparecen en el mosaico, eliminando un cuarto personaje del
lienzo original. Tonos cálidos en ocres prevalecen en un mural donde una luz
diagonal ilumina la testa regia en el momento de bendecir el pan, como así
relata la cita de Lucas 24,35 en una
orla. El Señor se muestra concentrado en
sus palabras, con un gesto elegante de sus estilizados dedos, que resaltan ante
el grosor de la especie dentro de un recipiente de mimbre. Romero tuvo que
adaptar el cuadro original de formato apaisado a una disposición vertical, ya
que la pieza combina con otro mosaico de similar forma y tamaño que recuerda a
la Patrona de la Ciudad, Santa María de la Victoria.
Un
remate curvilíneo sirve de ático de este lienzo en plaquetas de 1,05 x 2,10 m,
todo un ejercicio de virtuosismo en los gestos de asombro de los discípulos de
Emaús, que en sus rostros muestran la
sorpresa ante tamaño descubrimiento. El más anciano relata un minucioso trabajo
de la barba y las arrugas de la frente con una mirada de profunda misericordia,
mientras que el segundo actor pasa algo desapercibido al mostrarnos sólo su
perfil derecho, con un escorzo de querer levantarse de su asiento para
acercarse a ver mejor al Maestro, en un interesante apunte que parece
invitarnos a continuar la escena. El ambiente pastel queda roto por el verde
del ropaje y el límpido mantel, en una de las obras cumbres de la cerámica
contemporánea malacitana.
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