12.897.- Mosaico de la Virgen de Nueva Esperanza. Calle Magistrado Salvador Barberá, Málaga.

 La querida hermandad de Nueva Málaga casi todo lo hace a lo grande, y así nunca pasa desapercibida la devoción que atesora al Nazareno del Perdón y la Virgen de Nueva Esperanza. Este fin de semana nos han sorprendido con la bendición del primer retablo cerámico de su Dolorosa, una monumental obra del ceramista granadino Rafael Reina, pintor que se prodiga poco por tierras malagueñas, pero que seguro tras este trabajo va a ser un referente en los encargos por las cofradías locales, junto a las habituales propuestas de los hornos de la ciudad.

 

La Virgen de Nueva Málaga era una de las únicas Dolorosas que no disponía de ninguna referencia vidriada con proyección a la vía pública, y aún recuerdo la de veces que hablé con el recordado Paco Gallardo de que las paredes verdes del barrio estaban pidiendo a gritos un mural cerámico de su Virgen. Aquel sueño ya es realidad.

 En las redes la hermandad nos muestra la gran expectación en el momento de descubrir el mural este pasado viernes, colocado estratégicamente en la cima de la calle, justo en la puerta de la iglesia, cumpliéndose así uno de los requisitos fundamentales de una pieza de este tipo, como es que sea visto y venerado por el  mayor número de personas posibles, especialmente en horarios en que esté el templo cerrado, o más aún por las personas que habitualmente no entran en la iglesia. 

 El mosaico viene enmarcado en un bastidor metálico pintado en verde y sorprende por la irregularidad, ya que viene rematado por 4 pináculos en la parte superior y 3 en la parte superior, hecho que dificulta su adaptación a la base pero que facilita el desmontaje en caso de una futura restauración.

La red modular de 8 x 13 azulejos enmarcan perfectamente el rostro de la Señora, conformando un tamaño aproximado de 120 x 195 cm. y pese a la altura para la que ha sido creado se pueden apreciar infinidad de detalles tanto en los distintos óvalos como en la imagen y su ajuar.

Así, la cenefa arquitectónica configura un arco dorado que contrasta con los adamascados verde, rojo y con el precioso trabajo verde manzana del manto de la Señora o se introduce entre la filigrana metálica de la corona dorada. 

En la cenefa aparecen capillas que cobijan las figuras de San Joaquín y Santa Ana, así como atributos marianos como el ancla, el corazón traspasado o el anagrama del Ave María.

Por otro lado, la hermandad no puede renunciar a su íntima vinculación con el barrio de Nueva Málaga y así en otros óvalos aparecen los logos de la Peña Nueva Málaga, la Asociación de Vecinos la Unidad y del propio Ayuntamiento.

 La antigua "Dolorosa de Peñarrubia" aparece ataviada con sus mejores galas, como si fuese a salir en procesión de Martes Santo, vestida con saya blanca, manto verde y un sinfín de detalles de su joyero, como anillos, broches, rosarios, etc. que conforman un conjunto de detalles que hay que apreciar con el zoom de la cámara.

El profuso trabajo de los detalles denota la calidad de Rafael Reina como ceramista de primer orden, un artista humilde (simbolizado en lo pequeño de su firma en el mural) pero que sorprende en el oleaje de las blondas o cómo diferencia con su maestría pictórica la diferencia entre la orfebrería de la corona, el bordado de saya y mantos (también distintos entre sí) o la cromática de la joyería, como en la cruz con piedras verdes y moradas, al modo de la bandera de Málaga.

Felicitar a Nueva Esperanza ya que consigue que la Virgen esté todo el año en plena vía pública, siendo contemplada en un cruce de caminos por miles de vecinos. Ahora toca rematar la faena con otro mural del Señor en el barrio, y ya puestos a soñar, con uno de la Virgen en cualquiera de los puntos de su largo itinerar cada Semana Santa.