El tercer caso nos lleva a una pescadería del Mercado Municipal de Huelin. El actual propietario adquirió el local con el Cristo incorporado en el traspaso, el cual le guarda las espaldas y le hace compañía. La firma del vidriado es del alfar de Lara Fournier, tratándose de un mosaico de 45 x 60 cm, que evita la línea de azulejos en el rostro, posicionando la talla a la derecha del mural, y quedando las manos amarradas como centro de atención.
Para el fondo se busca un paisaje marino con un celeste oscuro en la línea del horizonte que evoluciona en un cielo nuboso. Este conjunto genera sensación de vacío, pero alude a la estrofa que recuerda al que andaba sobre el agua, sirviendo de contrapunto en un entorno comercial plagado de referencias a la Virgen del Carmen
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