En la denominada de plaza Jesús Cautivo nos enfrentamos
con un impresionante retablo de 1,65 x 1,95 m que exorna desde marzo de 1983 un
lienzo de pared. Es una certera composición conjunta de ambos titulares, obra
del taller de Santos Campanario, al igual que el del patio de Jaboneros 14,
pero de mayor antigüedad. La obra es ciertamente desconcertante, ya que frente
a la calidad de la imagen cristífera, adolece de poco acierto en la ejecución de
la efigie mariana, que parece realizada por distintas manos. Eso sí, coinciden los fondos en tonalidades
rojizas y negras o el detallado trabajo de las piezas de orfebrería, en un
claro guiño del Santos orfebre.
El Redentor
se muestra esbelto y perfectamente enmarcado en el medio punto que conforma la
arquitectura de trampantojo de la guardilla y la cenefa, consiguiéndose una
gran sensación de profundidad con columnas policromas, además de un repisa
invertida, donde se intuyen sobre
amarillos los nombres de las advocaciones en grafía oscura. Aunque estamos ante
una propuesta de gran interés, se perdió la oportunidad de alcanzar cotas de
mayor calidad, aunque suponemos que razones de índole económica influyeron en
su momento en la elección del alfar.
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