La festividad de la Exaltación de la Santa
Cruz de 2011, fue la fecha elegida por la cofradía de la Salud para la bendición del mosaico de su Cristo de
la Esperanza. Esta hermandad
cuenta ya con un formidable mural que preside la fachada de su casa
hermandad, obra de los pinceles de Romero, que de nuevo viene a sorprender con
un majestuoso cuadro vidriado adherido a la pared sur de la antigua iglesia de
la Aurora María, justo al lado del Puente de la Aurora, conexión entre el
barrio de la Trinidad y el centro de Málaga
El mosaico se basa en azulejos de 20 cm de lado, para un tamaño total de 1,80 x 1,20 m. Viene enmarcado en un soporte metálico adherido a la pared por 6 pernos, trabajo realizado gracias a la inestimable colaboración de los Servicios Operativos del Excelentísimo Ayuntamiento, en una operación ciertamente complicada, tanto por el considerable peso del mural, la altura a la que se ubica, así como las irregularidades de la propia pared.
El resultado final es espectacular ya que el Crucificado se divisa desde diversos ángulos, tanto por viandantes como por conductores, e incluso desde el otro lado del río Guadalmedina. Es por tanto una pieza estratégica, que seguro está dando a conocer a este imagen entre los menos cofrades. La perfección de las líneas de Cristo es notable, consiguiendo una fiel reproducción del titular que se venera en el templo paulino. La policromía es casi idéntica, así como la caída de brazos, el perixoma, las extremidades o las facciones tan particulares del taller de Duarte.
El trabajo del torso es una lección de
anatomía, y asimismo la degradación de los azules del fondo celeste se asemeja
a la técnica de cuerda seca, aunque se trata de capas pictóricas de distinto
grosor. A los pies del Señor se despliega la ciudad, simbolizada por el templo
neogótico que sirve de sede corporativa,
así como por la Catedral, destino de peregrinación cada Domingo de Ramos.
Entre ambos edificios emerge el madero, como árbol de vida coronado por un
semblante que dialoga. La cenefa pasa algo desapercibida por las necesidades de
espacio, siendo el típico sello del taller del paseo de Reding. El rótulo
con la advocación aparece algo comprimido pero es de fácil lectura, y asimismo
el titulus anuncia al Rey de los
Judíos en las lenguas históricas.
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