Cuando se menciona a la Virgen
de la O es obligado recordar la devoción de su
hijo, el bordador Juan Rosen. Este maestro artesano, título concedido por
la Comisión de Artesanía de Andalucía, dispone de una vivienda-taller en la calle
Molinillo del Aceite nº 11, vía peatonal del barrio de San Rafael en la linde
norte de calle Carretería. Rosén recupera en 1998 para Málaga un edificio de
finales del s. XIX de claro aire andaluz, con un patio como eje de la
construcción. El protagonismo lo ostenta un surtidor central y desde allí se
inicia un discurso devocional con un sinfín de piezas cerámicas conjuntadas con
macetas y enmarcadas por un zócalo que discurre por todo el perímetro. Entre
todos los mosaicos, muchos de ellos de serigrafía, destaca un retablo de María
Santísima de la O que se ubica frente a la puerta principal, a modo de
recepción y acogida del visitante.
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Se trata de un armonioso mural
de 45 x 60 cm con la firma de Emilio Sánchez Palacios, Cerámicas Santa Ana. Una
guardilla azul enmarca los doce azulejos que presentan a la Señora inmersa en
una letra O mayúscula, a modo de
almendra, como la antífona de su advocación. Cuatro angelitos plateados
juguetean en los vértices esmaltados, con su punto de fuga en el rojo intenso
del adamascado. La efigie queda escoltada por sendos faroles de forja y un
tejaroz, y se propone entronizada portando la reliquia. Mención aparte merece
el atrezzo de joyería y orfebrería, donde destacan los corales característicos
del ajuar de las mujeres de la raza gitana. La pieza se basa en una foto
similar a la del modelo de la de calle Frailes, por lo que la contemplación de
ambos lienzos sirve de comparativa entre las distintas técnicas de los dos
pintores del alfar trianero.
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