Por Jose Manuel Leiva Aldea y Jose Manuel Leiva Pérez.
Fotografías. Archivo personal.
Agradecimientos. Al Obispado de Málaga y a Ars Málaga por las facilidades prestadas.
El Palacio del Obispo de Málaga, sito en la plaza del mismo nombre, también conocido como Palacio Episcopal, es un conjunto de edificios delimitados por una manzana entre las calles Molina Lario, Santa María, Fresca, Salinas y la propia plaza del Obispo. Actualmente es sede del Museo Ars Málaga, dependiente del propio Obispado, y asimismo dispone de oficinas y residencia sacerdotal.
Perímetro del Palacio del Obispo.
El Palacio cuenta con un patio y
jardines privados, parte de él visitable desde el propio museo, y también
visible desde un ventanal que se proyecta hacia calle Salinas. Supone una obra
maestra local en la decoración en azulejos vidriados, cuyo estilo nos rememora
inmediatamente los zócalos de los conventos de la Encarnación y Santa Catalina,
en la localidad sevillana de Osuna, por lo que podemos atribuirlos a un mismo
taller sevillano, y datarlo inicialmente en el último tercio del siglo XVIII,
coincidiendo con el prelado José
Franquis Lasso de la Vega (1756-1776), o su sucesor, Juan Molina Larios (1776-1783),
siendo las obras dirigidas por José Martín de Aldehuela.
Panorámica actual del Patio del Palacio del Obispo.
El patio, actualmente despejado
de interferencias mobiliarias o vegetales, cobija unos 50 metros cuadrados de arte
musivario, a partir de piezas cuadradas de 12,5 cm, en una disposición de letra C mayúscula invertida, con lados cortos en la
zona occidental de 3,75 m, fondos sur y norte de 3,58 m, y lado este de 16,60
m, todo ello matizado por puertas y ventanales varios.
Antiguo aspecto del patio, con mobiliario vario que dificultaba su visión.
El zócalo del palacio sorprende a
primera vista por representar escenas no religiosas en un contexto sacro, por
lo que refiere a un espacio de descanso y asueto, sirviendo como frontera entre
las antiguas partes administrativa y residencial, todo ello matizado por el
sonido del agua de la fuente o la contundencia de las campanas de la Catedral. No obstante, la doble arcada y
ventanal principal del patio, genera un espacio para la ubicación de una
heráldica del episcopal, escoltada por 2 ángeles que portan atributos alusivos
(cruz y báculo) que nos invita a no olvidar el lugar donde nos hallamos.
Heráldica episcopal sobre la arcada principal del Patio.
En la azulejería del zócalo
podemos encontrar 2 presentaciones bien distintas.
En primer lugar, contamos con una docena de paneles, alusivos a distintas escenas sin un discurso
argumental estructurado.
Así, en la parte sur, la que da
al ventanal de calle Salinas, tenemos 4 escenas, que denominados:
1.- Músicos, 2.- Sirvientes, 3.- Soldado a caballo y 4.- Pareja
con abanico y capa, para un total de 11 personajes, uno de ellos a
caballo.
Panel 1.- Músicos con tamboril y gaita.
Panel 2.- Sirvientes.
Panel 4.- Pareja con abanico y capa.
En el lado este, el más amplio, contemplamos 6 escenas, que de sur a norte denominamos: 5.- Músico y bailarina, 6.- Soldado a caballo y 2 con arma al hombro, 7.- Pareja cortesana, 8.- Mujeres con abanicos y hombre con niña, 9.- Audiencia Real a 2 mujeres, y 10.- 3 músicos.
Panel 5.- Músico y bailarina.
Panel 6.- Soldado a caballo y 2 con arma al hombro,
Panel 7.- Pareja cortesana,
Panel 8.- Mujeres con abanicos y hombre con niña
Panel 9.- Audiencia Real a 2 mujeres
Panel 10.- 3 músicos.
Finalmente, en el lado norte
encontramos 2 paneles más, que denominamos: 11.- Escena cortesana, y 12.- Personajes
mitológicos junto mozos con cabalgaduras.
Panel 11.- Escena cortesana,
Panel 12.- Personajes mitológicos junto mozos con cabalgaduras.
A toda esta nómina de actores hay que unirle dos mujeres que portan flores (una con un cesto y otra en las manos), casi escondidas en la arcada bajo la heráldica.
Panel 11.- Escena cortesana,
Panel 12.- Personajes mitológicos junto mozos con cabalgaduras.
A toda esta nómina de actores hay que unirle dos mujeres que portan flores (una con un cesto y otra en las manos), casi escondidas en la arcada bajo la heráldica.
Todo este elenco de personajes suma un total de 38 personajes y 4 caballos.
Además de este teatro escenográfico, hay que destacar cómo bajo los ventanales del lado este, así como en el asiento que protege el ventanal de calle Fresca existe una composición en base a olambrillas, aproximadamente en número de 185, en disposición modular de 15x13, algunas colocadas erróneamente al revés, que contemplan una temática variada, ninguna repetida, similares a las que se disponen en la solería de la planta alta del Palacio, con un trazado ingenuo, atisbándose el trabajo de taller de varios operarios, en un discurso que contempla perfiles de mujeres, rostros, soles, frutas, cestos, escenas de caza, labriegos, paisajes, pájaros, toros, etc. y que nos invitan a observar los múltiples detalles de las mismas y a buscar similitudes y diferencias entre ellas.
Asimismo, hay que referir que en la solería del patio no existen actualmente olambrillas. Todas ellas responden a un mismo modelo de círculo enmarcado en el cuadrado del azulejo a partir de una decoración blanca sobre fondo azul marino en cada uno de los vértices, junto a un reborde dorado que enmarca a la escena o el personaje. La inmensa totalidad, incluidas las de primeros planes presentan algún apunte vegetal o paisajístico.
Además de este teatro escenográfico, hay que destacar cómo bajo los ventanales del lado este, así como en el asiento que protege el ventanal de calle Fresca existe una composición en base a olambrillas, aproximadamente en número de 185, en disposición modular de 15x13, algunas colocadas erróneamente al revés, que contemplan una temática variada, ninguna repetida, similares a las que se disponen en la solería de la planta alta del Palacio, con un trazado ingenuo, atisbándose el trabajo de taller de varios operarios, en un discurso que contempla perfiles de mujeres, rostros, soles, frutas, cestos, escenas de caza, labriegos, paisajes, pájaros, toros, etc. y que nos invitan a observar los múltiples detalles de las mismas y a buscar similitudes y diferencias entre ellas.
Asimismo, hay que referir que en la solería del patio no existen actualmente olambrillas. Todas ellas responden a un mismo modelo de círculo enmarcado en el cuadrado del azulejo a partir de una decoración blanca sobre fondo azul marino en cada uno de los vértices, junto a un reborde dorado que enmarca a la escena o el personaje. La inmensa totalidad, incluidas las de primeros planes presentan algún apunte vegetal o paisajístico.
La fusión entre los paneles de
escenas y los 3 murales de olambrillas indican la superposición de los primeros
sobre las segundas y cómo algunas piezas han sido recortadas para la óptima
colocación de los paneles de escenas. Este hecho daría pie a varias
teorías sobre la relación entre ambas temáticas vidriadas, ya que quizá ésta
fuera la concepción original del exorno del patio, o bien la fusión actual es
fruto de una coyuntura posterior. Por su parte, se aprecia similitud entre
algunos personajes de los frisos de las escenas y los protagonistas de algunas
de las olambrillas, por lo que podrían atribuirse a un mismo taller, y por
tanto podrían relacionarse olambrillas y paneles de escenas en un mismo periodo
de tiempo, aunque las olambrillas están más deterioradas, con los colores más
apagados y presentan un mayor craquelado, por lo que a primera vista parecen
más antiguas.
El zócalo vidriado malagueño, a
diferencia de los astigitanos, sólo se centra en los personajes y no incluye elementos vegetales, como árboles
o paisajes difuminados en azul cobalto, aunque el trabajo de los fondos se
especializa en rocalla y decoración a candelieri,
así como mascarones, perfiles femeninos, grutescos y ángeles o querubines (alados o no) que centran
y hasta encorsetan los personajes de algunos de los paneles.
Cada panel viene enmarcado por
una gruesa línea azul marino que determina un doble friso, superior e inferior.
En estos espacios se distinguen una serie de escenas independientes de las
principales que acompañan, y que van variando por el discurrir de los paneles,
con gran movimiento en acciones cacería o tauromaquia. En otros casos, los
frisos son más decorativos, donde la rocalla deja entrever algunos ángeles en
actitud estática.
Con respecto a la autoría de los
paneles, y aparte de la datación a algún horno trianero del siglo XVIII, hay
que mencionar que en los paneles numerados como 2
(Escena Cortesana) y como 4
(Audiencia Real) aparece grabada la firma de Fabrica de Hijo de José Mensaque Vera, hoy Antonio Vadillo Plata, Sevilla. Dibujo
de José Recio, ejecutado por Eloy Recio. Año 1946
Firmas en el zócalo del Palacio del Obispo.
Firmas en el zócalo del Palacio del Obispo.
Este dato nos permite afirmar cómo
estos 2 de los paneles son de moderna factura, en los lógicos trabajos de
restauración tras la azarosa década de los años 30 del siglo pasado,
acudiéndose, quizá para recuperar la azulejería perdida a un prestigioso horno que
había trabajado por aquel entonces en la restauración de la parroquia de San
Pedro de Málaga, con la realización del magnífico mural del Cristo de la Expiración y la Virgen de los
Dolores, también con la doble firma, de padre e hijo, de José y Eloy Recio.
Estas 2 reposiciones, se adaptan al estilo y la temática de los antiguos, y hay
que suponer que se basan los dibujos originales, aunque una observación más
detallada ratifica un pintor distinto, así como unos colores y unas técnicas
diferentes, ya que los separan casi 2 siglos, aunque el resultado es más que
aceptable.
Firma en el retablo cerámico de la Expiración en San Pedro.
Firma en el retablo cerámico de la Expiración en San Pedro.
Un tercer autor de algunas de las
piezas es el ceramista malagueño Pablo Romero Boldt, que nos confirma que en la década de los
años 90 del siglo pasado realizó un número indeterminado de
azulejos sueltos para recolocar en los espacios del zócalo con piezas pérdidas
o rotas e imposibles de restaurar. Todas estas unidades vienen marcadas por un
pequeño punto en color naranja, como testigo de ser una aportación posterior, y de
nuevo estamos ante un gran trabajo ya que estas aportaciones se funden a la
perfección en el conjunto original, en un trabajo que fue dirigido por la
restaurado Estrella Arcos y que supuso el saneamiento de todo el lienzo de
pared y la utilización de técnicas y materiales modernos que evitasen el
deterioro, especialmente por la humedad.
Modelo de azulejo con punto naranja, que indica la autoría de Pablo Romero.
Modelo de azulejo con punto naranja, que indica la autoría de Pablo Romero.
Sin duda, el zócalo cerámico del
Palacio del Obispo es visita obligada, una vez que se entra en el Museo Ars Málaga, actualmente con la
exposición extraordinaria con motivo del Año de la Misericordia, para
recrearnos en todos los detalles y el colorido de estos personajes, en una
galería de hombres y mujeres de distintas clases sociales, con sus vestimentas, tocados, calzado, accesorios, instrumentos musicales, armas, vajilla, etc. e incluso una niña que
mira sonriente a su padre.
Otros actores nos observan de manera intrigante, y protegen su anonimato con la capa y el sombrero o las mujeres con el abanico, haciéndonos reflexionar sobre el sentido primigenio de este encargo de unos religiosos que querían disfrutar de escenas mundanas en su ámbito privado, aunque con alusiones cultas a la mitología como la de la Diosa Atenea junto a los mozos que preparan su cabalgadura.
Otros actores nos observan de manera intrigante, y protegen su anonimato con la capa y el sombrero o las mujeres con el abanico, haciéndonos reflexionar sobre el sentido primigenio de este encargo de unos religiosos que querían disfrutar de escenas mundanas en su ámbito privado, aunque con alusiones cultas a la mitología como la de la Diosa Atenea junto a los mozos que preparan su cabalgadura.
Por otro lado, en un plano
inferior se ubica la fuente principal del patio, que recurre de nuevo a las
olambrillas para recubrir el doble perímetro de un octógono a 2 niveles, y en
cuyo interior nadan de manera
vidriada peces, animales oníricos y dioses mitológicos. Sin duda una pieza maestra,
afectada en cierta medida por encontrarse a la intemperie y estar actualmente
con agua en movimiento, como toda fuente que se precie. Así, se observa la aparición de bizcocho, o sea, de zonas descarnadas de esmalte que avisan del progresivo deterioro de la misma.
Aspecto actual de la fuente
Antiguo aspecto de la fuente seca
Aspecto actual de la fuente
Antiguo aspecto de la fuente seca
No hay comentarios:
Publicar un comentario