Un segundo mosaico de la Virgen de Lourdes se puede contemplar en el barrio de Pedregalejo, en un callejón junto a la heladería Lauri. Se trata de una pieza cocida en Triana, con la firma de Montalván, prolífico taller con reconocidos pintores en nómina, que en muchos casos no identificaban sus obras.
La escena de la aparición incluye a la niña Bernardita, en actitud orante ante la Virgen, en un claro contraste de vestes, blancas en la Señora y rojas en la joven, y con el arroyo que sirve de frontera entre lo terrenal y lo celeste. Sin duda, una pieza sobresaliente, con elegante orla y cuidado de la perspectiva, con punto de fuga visual en el rostro de la Aparecida. El conjunto se acompaña de un rico tejaroz y es escoltado por dos farolitos
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