El segundo retablo de esta
Virgen se ubica a los pies de la torre de San Juan, justo sobre la placa del
pasaje nominado con esta advocación, antigua calle Coronel, donde la
Sacramental tiene su casa hermandad. Se trata de un lienzo vidriado de Zabala y
el sello de Santa Ana, firmado en los primeros años de la década de 2000. La
pieza procede de una antigua ubicación en la zona central de calle San Juan,
espacio estratégico por tratarse de una vía estrecha y peatonal que facilita la
visión, incardinándose con el ambiente
cotidiano y comercial. No obstante los azulejos tuvieron problemas de
adherencia al paramento a lo que se añadió una reforma de la vivienda, por lo
que se decidió su cambio a un nuevo emplazamiento pocos metros más arriba,
haciéndose coincidir con la redenominación del callejón de la sede.
El lienzo no alcanza la calidad
ni el presupuesto del trabajo de la plaza de Arriola, por lo que se puede
definir como un mosaico de gama media
y formato más pequeño, pero de resultado impactante. Las proporciones de 60 x
75 cm se adaptan en la red nodular para que el rostro de la Virgen centre la
parte superior de una estampa de contrapicado, que otorga gran protagonismo al
Santísimo expuesto en la Custodia a la altura del corazón de la Señora. Los
rayos de orfebrería se fusionan con los dedos de la Madre, así como la nívea
hostia compite con el blanco del pecherín. Además, se incide en el perfil
derecho, el más propicio por el escorzo, con un sencillo trabajo de las vestes
y la corona, que queda cortada en su mitad. Los cobaltos de la guirnalda y el
fondo configuran un conjunto luminoso que en 2006 viene ampliado por un texto
explicativo de los hornos de Daniel García. En la placa anexa, adherida como
continuación del mosaico de la Virgen y configurando la apariencia de una sola
pieza, se rememora al ilustre morador de dicha via, D. Juan Sweerts y Guerrero, regidor de esta nuestra ciudad, cofrade
benefactor, entregado servidor del Santísimo Sacramento y fiel devoto de Ntra.
Sra. de los Dolores. En este caso la
orla incluye los escudos de la ciudad de Málaga y de la Archicofradía,
aportando un toque de color frente al predominio del azul cobalto, al igual que
lo hace el rótulo amarillo casi anaranjado con el título mariano.
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