En esta ocasión, el estarcido reproduce parte de una pintura alemana sita en la iglesia de Santiago de Hamburgo, obra de David Kindt (1622), en la que se otorga especial importancia al concepto de la vanitas barroca y los bodegones.
- Parábola del rico insensato
Uno de la gente le dijo: «Maestro, di
a mi hermano que reparta la herencia conmigo». El le respondió: «¡Hombre!
¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?» Y les dijo: «Mirad
y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no
está asegurada por sus bienes». Les dijo una parábola: «Los campos de cierto
hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré,
pues no tengo donde reunir mi cosecha?" Y dijo: "Voy a hacer esto: Voy
a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi
trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva
para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea." Pero Dios le dijo:
"¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste,
¿para quién serán?" Así es el que atesora riquezas para sí, y no se
enriquece en orden a Dios».
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