Además, un edículo cerámico en los jardines del
Complejo Educativo Integrado, antigua Universidad Laboral de Málaga, en la
calle Julio Verde de la zona del Atabal, acoge un mosaico firmado en 1997 por
Pablo Romero. La iniciativa se debe a algunos miembros del claustro de aquel
centro de enseñanza, en especial a los profesores Agustín Rodríguez de
Tembleque y Fernando Pérez Fuentes, entusiastas esperancistas, que no sólo
nominaron a la Virgen de la Esperanza como patrona del centro, sino que
promovieron durante varios años acuerdos con la Archicofradía en virtud de los
cuales fueron becados por ésta niños de la parroquia del barrio de la Palmilla
que allí estudiaban internos, y para los que también sufragaba un campus
veraniego monitorizado por jóvenes cofrades.
El artista confecciona una pieza
de 75 x 90 cm en el que se fusiona el arabesco de la cenefa con los bordados
del manto, en una estampa de la Virgen en besamanos. De nuevo el discurso de
las distintas artes suntuarias es impecable, aunque el semblante no consiga
captar la esencia mayestática de la Dolorosa.
Como es habitual se enmarca el rostro de manera correcta, coronado por
una presea sin protagonismo excesivo pese a la profusión de detalles. Además,
el fondo neutro realza el terciopelo verde del bordado y sobre todo, la
profundidad de los ojos negros.
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