El otro azulejo, que lo complementa, representa los dogmas de la Inmaculada Concepción y la Asunción de la Virgen, utilizándose una estampa devota y popular aportada por De los Reyes donde se conjugan los modelos de la Coronación de la Virgen de Velázquez con la Inmaculada de Murillo.
Una corte de ángeles enmarca la escena gloriosa portando filacterias con la leyenda Ave María por similitud a la dedicación del templo. Además, se pretende crear un pequeño juego con el espectador colocando dos elementos en ambos azulejos: una mariposa representando el alma purificada tras la permanencia en un cuerpo mortal y una azucena simbolizando la pureza de la Virgen.
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